¿Evolución vs. Creación?

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La filosofía no se estudia, se practica, lo que se estudia es la historia de la filosofía, las escuelas y sus filósofos.
La filosofía en sí misma es una excelente gimnasia mental que todos deberíamos ejercitar los días que no vamos al “fitness”, porque también la mente debe estar en forma! Y eso es lo que sugiero que hagamos para abordar este tema.

Lo primero que debemos preguntarnos es cuáles son las fuentes de cada una de las opciones, y prácticamente todos estamos de acuerdo con que es la experiencia la única certidumbre “real”, las demás son hipótesis o fantasías de la imaginación. !No tan deprisa! 

Las tres fuentes de conocimiento 

Los seres humanos disponemos, al menos por ahora, de tres fuentes del conocimiento de la realidad: la conciencia, la imaginación y los sentidos.

 Pondré un simple ejemplo de cómo interactúan las tres, con independencia la una de la otra. Si entramos en una frutería con la intención de comprar algo de fruta es posible que nos sintamos atraídos por una canasta con jugosas manzanas rojas. 

Ha sido una reacción espontánea e inconsciente, porque nuestra intención era comprar plátanos. Lo que nos atrae es su “buena imagen”. Es por tanto una reacción “emocional”. A esta primera emoción le sigue una “impresión”, que nos trasmite a la conciencia la forma de esa imagen, que se identifica con una manzana. En otras palabras,”tomamos consciencia” de esas manzanas. 

Ya tenemos dos fuentes identificadas que considerábamos que eran hipótesis y fantasías. Sin embargo, sin esas dos fuentes de conocimiento: la imaginación y la conciencia, hubiéramos pasado de largo sin percatarnos de su existencia, por lo que no las compramos y no las reconoceremos por la experiencia.

 Ya hemos identificado las tres fuentes, como son las impresiones de la conciencia, las emociones de la imaginación y las sensaciones de la experiencia. Cada una de ellas se apercibe de un aspecto diferente de una misma cosa: las impresiones de su forma, las emociones de su imagen y la experiencia de su sabor o sensación. 


Fuera de contexto 

Ahora es cuando conectamos con el tema propuesto. Lo que sucede es que hemos separado los tres contextos de una misma cosa y hemos interpretado la realidad de acuerdo a cada contexto. La ciencia no reconoce el contexto de la imaginación, en tanto que los teólogos o los artistas crean un mundo a partir de la imaginación y sus emociones que no tiene que ser razonable ni estar basado en la experiencia.

 De este contexto surgirá la religión y su justificación del creacionismo, pero que es la misma realidad que experimenta el científico o concibe el filósofo. Y con esta última reflexión creo que queda aclarada la controversia entre evolución y creación. 

Nos faltaría una tercera opción propia del contexto de la filosofía: la “causación”, puesto que como dijo Aristóteles, todo debe tener una causa razonable, pero eso ya es otro tema.